JORNADA INTER ORATORIANA DE DEPORTES
El bello sol que radiante aparecía, nos marcaba el inicio del día y el preámbulo de una jornada maravillosa y realmente para todos los que estuvimos allí fue maravillosa, compartir nuestro ser Oratoriano y dejar avivar ese amor tan grande por Jesús, fueron los ingredientes necesarios para convertit aquella jornada en inolvidable.
Me imagino que fueron muchas las horas, que dedicaron para organizar todo, el esfuerzo, el tiempo y el cariño que generosamente entregaron, fue motivo de alegría para nuestros chicos y frente a ello ¿Qué mejor recompensa? Que la sonrisa, el entusiasmo, la algarabía, las barras, aquel abrazo o gesto de cariño, eso lo premia todo y es el secreto q descubrieron Maín y Don Bosco: La satisfacción de ver a nuestros niños y jóvenes felices nos llena el alma y nos impulsa a seguir adelante, de la mano de Jesús a anunciar el Reino…. Bueno algo que también heredamos fue la creatividad, nuestro carisma salesiano, con ese estilo peculiar, aquel día se dejó sentir, sino pregúntenles a todos los buena onda, que se emocionaron al ver la reaparición de sus héroes: Vida, limpieza, salud y bienestar, luchando incansablemente contra mala onda y es que este personaje es tan testarudo, que no quiere entender, que mientras existan buena ondas: Personas consientes de que la tierra es nuestro hogar y debemos cuidarla, sus ideas egoístas por destruirla nunca progresarán.
Y como no mencionar nuestros juegos ecológicos, éstos si que sobrepasaron los límites de nuestra imaginación, quien podría concebir que con sólo utilizar cajas, botellas, papeles, limones, latas, pelotas o arbustos, sí arbustos, se podían hacer cosas fantásticas.
Son muchas las experiencias que ganamos, también los recuerdos que se quedarán grabados en nuestros corazones, pero sin duda todo se compenetró aquel día. Ahora sólo me queda decir, que Don Bosco no se confundió cuando dijo que: “Unidos en un solo corazón y en una sola alma, hacemos diez veces más” ese día quedó comprobado.
En Jesús y María, con Maín y Don Bosco
Denisse, OFMA PERÚ
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